Crónica de Celia Corrons para la obra Collage, de Jorge Vajñenko
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Celia Corrons ha escrito esta acertadísima crónica de la presentación que nuestro amigo Jorge Vajñenko hizo de su última obra, Collage, en la librería BiblioCafé.
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Hola Celia, primero mis disculpas por la tardanza de estas líneas pero, créeme, he tenido razones de peso.
Te cuento que soy una persona afortunada, muy afortunada. Poseo un capital enorme, incalculable, mejor dicho, en amigos y amigas. Con Vicente Marco nos conocimos hace poco; nos leímos y nos gustamos mutuamente. Por intermedio de Hebe ―amiga en común y mi rapsoda de toda la vida― accedió a presentar “Collage”. Debo confesar que ignoraba lo de su rapto a manos de esculturales hembras. Pobre, el trauma que le ha quedado. Víctor, el duro de Víctor que ya no engaña a nadie pues su corazón lo delata. Por cierto es actor y trabajó en doblajes cinematográficos y, como es sabido, excelente escritor.
A eso le sumamos un espacio cómo Bibliocafé que, con la que está cayendo, apuesta por la cultura ¡Bravo! José Luis.
Viernes por la tarde noche con lo bonita que se pone Valencia, un montón de gente se reúne para escuchar el imaginario de un aprendiz de escritor amigo de sombreros, viajes y sueños. Una apuesta dudosa en principio pero, los leedores, con habilidad de regates futbolísticos y gambitos ajedrecísticos supieron llegar a un clímax muy favorable a los textos, tanto que mucha gente compró.
Y ya está. Con eso me daba con un canto en los dientes cuando llegó la “yapa” (Cuando yo era chico, iba al almacén (ultramarinos) del barrio a comprar un kg. de azúcar suelta y el almacenero pesaba “1 kg.” y dejaba caer un poquito más en el envoltorio, porque eso que iba de más, era “la yapa”, el regalo, lo que se daba de más) en forma de crónica de lo acontecido en la puesta de largo de “Collage”. Crónica de una persona que no conocía. Crónica que me encanto. Crónica escrita desde los sentidos. Crónica que me subyugo porque fue escrita con pluma maestra desde las sensaciones por una mujer con la cual nos une un “Maestro” literario que educa con el ejemplo. Obviamente me refiero a Antonio Penades.
Celia, gracias por todas y cada una de tus palabras y gracias porque siento que se va incrementando mi capital y, cómo te he dicho en algún otro comentario: cuando sea mayor quiero escribir como tú.
Un abrazo.
Jorge Vajñenko.